Todos los días pienso en este blog. Me duele tenerlo tan abandonado, pero he reducido de manera voluntaria el tiempo que paso frente al computador, así que trato de limitarme a las tareas más urgentes y no me alcanza el tiempo para mucho más.
Sim embargo creo que si me organizo puedo lograr el tiempo necesario para volver a escribir, o al menos lo intentaré.
Noté que mucho de mi tiempo lo dedico a tareas de la red y aunque lo hago con todo el gusto y el compromiso, creo que debo retomar lo mío. Nuestra red sigue avanzando y creciendo, tenemos una página que se mueve por la agenda (que la nutre Gladys permanentemente) y no por sus artículos, pues las personas encargadas de escribir artículos para nutrirla, por falta de tiempo (debido a múltiples razones) ya no lo hacen con la frecuencia necesaria. Sin embargo comenzamos a usar Mailchimp para manejar nuestros correos y eso nos ha dado una imagen más profesional. Sigue escribiendo gente casi a diario a nuestro correo, siguen llamándome a pedirme consejo y las familias siguen asistiendo de forma masiva a nuestras reuniones de acogida. El grupo de facebook no ha vuelto a sufrir enfrentamientos desagradables, y abrimos cuenta de twitter donde tenemos programado que se genere un tweet automáticamente cuando haya alguna publicación nueva en alguno de los blogs de nuestras familias. Si les digo que, sin contar lo de la agenda, todo lo demás lo estoy haciendo yo (administrar la página, responder los correos, manejar el mailchimp, facebook, twitter) se imaginarán todo el tiempo que esto me absorbe.
La rutina de este año con mis hijos está más relajada que la del año anterior pues no estamos yendo a Bogotá a ninguna actividad. Deportes: Adelaida entrena patinaje martes y jueves en la tarde, Juanjo entrena patinaje de lunes a sábado más de 3 horas diarias. Juanjo, Mariale y Lalis, van a clase de tenis sábado y domingo; yo suspendí mi tenis por un dolor detrás de la rodilla que todavía no he resuelto y que me molesta cada vez que me ejercito. Música: Juanjo dejó el piano, dijo que ya no lo motivaba. Adelaida y Mariale siguen con su clase de batería una vez a la semana, los viernes. Jacobo quiere aprender guitarra pero con profesor en la casa y la situación económica en lo que va del año no lo ha permitido. Pero soy optimista y espero que a más tardar el próximo semestre podamos comenzar.
Además siguen yendo a Semillero científico (ya estamos en nuestro tercer semestre y son cuatro en total) aunque Jacobo decidió no seguir. Mariale está en el curso de fotografía en la casa de la cultura y espera poder realizar un curso más intensivo a partir de agosto en Labloom, la academia a la que estuvo yendo el año pasado.
Los jueves en la mañana les estoy dando clase de álgebra a mis hijos mayores junto con los dos hijos mayores de una amiga. Ha sido una experiencia interesante y me ha hecho recordar lo mucho que me gustaba el álgebra. Vamos sin presiones y sin afanes, delicioso!
Los viernes en la mañana Juanjo sigue yendo a la Universidad a su clase de videojuegos.
Mis hijos crecen, lo veo todos los días, ya comienzo a ver en Adelaida las primeras señales de pre-adolescencia y sé lo que nos espera. Mariale y Juanjo cada vez son más maduros. Hasta Jacobo, que siempre será mi bebé (y el lo sabe y lo aprovecha) crece inevitablemente.
Y podría seguir contando cosas, pero si alargo más esta entrada dudo mucho que alguien la lea, así que dejo material para otra ocasión.
Sim embargo creo que si me organizo puedo lograr el tiempo necesario para volver a escribir, o al menos lo intentaré.
Noté que mucho de mi tiempo lo dedico a tareas de la red y aunque lo hago con todo el gusto y el compromiso, creo que debo retomar lo mío. Nuestra red sigue avanzando y creciendo, tenemos una página que se mueve por la agenda (que la nutre Gladys permanentemente) y no por sus artículos, pues las personas encargadas de escribir artículos para nutrirla, por falta de tiempo (debido a múltiples razones) ya no lo hacen con la frecuencia necesaria. Sin embargo comenzamos a usar Mailchimp para manejar nuestros correos y eso nos ha dado una imagen más profesional. Sigue escribiendo gente casi a diario a nuestro correo, siguen llamándome a pedirme consejo y las familias siguen asistiendo de forma masiva a nuestras reuniones de acogida. El grupo de facebook no ha vuelto a sufrir enfrentamientos desagradables, y abrimos cuenta de twitter donde tenemos programado que se genere un tweet automáticamente cuando haya alguna publicación nueva en alguno de los blogs de nuestras familias. Si les digo que, sin contar lo de la agenda, todo lo demás lo estoy haciendo yo (administrar la página, responder los correos, manejar el mailchimp, facebook, twitter) se imaginarán todo el tiempo que esto me absorbe.
La rutina de este año con mis hijos está más relajada que la del año anterior pues no estamos yendo a Bogotá a ninguna actividad. Deportes: Adelaida entrena patinaje martes y jueves en la tarde, Juanjo entrena patinaje de lunes a sábado más de 3 horas diarias. Juanjo, Mariale y Lalis, van a clase de tenis sábado y domingo; yo suspendí mi tenis por un dolor detrás de la rodilla que todavía no he resuelto y que me molesta cada vez que me ejercito. Música: Juanjo dejó el piano, dijo que ya no lo motivaba. Adelaida y Mariale siguen con su clase de batería una vez a la semana, los viernes. Jacobo quiere aprender guitarra pero con profesor en la casa y la situación económica en lo que va del año no lo ha permitido. Pero soy optimista y espero que a más tardar el próximo semestre podamos comenzar.
Además siguen yendo a Semillero científico (ya estamos en nuestro tercer semestre y son cuatro en total) aunque Jacobo decidió no seguir. Mariale está en el curso de fotografía en la casa de la cultura y espera poder realizar un curso más intensivo a partir de agosto en Labloom, la academia a la que estuvo yendo el año pasado.
Los jueves en la mañana les estoy dando clase de álgebra a mis hijos mayores junto con los dos hijos mayores de una amiga. Ha sido una experiencia interesante y me ha hecho recordar lo mucho que me gustaba el álgebra. Vamos sin presiones y sin afanes, delicioso!
Los viernes en la mañana Juanjo sigue yendo a la Universidad a su clase de videojuegos.
Mis hijos crecen, lo veo todos los días, ya comienzo a ver en Adelaida las primeras señales de pre-adolescencia y sé lo que nos espera. Mariale y Juanjo cada vez son más maduros. Hasta Jacobo, que siempre será mi bebé (y el lo sabe y lo aprovecha) crece inevitablemente.
Y podría seguir contando cosas, pero si alargo más esta entrada dudo mucho que alguien la lea, así que dejo material para otra ocasión.
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