Ya casi terminando el mes de marzo, nuestras rutinas están bastante organizadas, y este año a diferencia del anterior sí nos estamos moviendo.
Los deportes de este año son: patinaje para Juanjo y Adelaida dos veces a la semana y tenis para Mariale, Juanjo y yo los fines de semana, lo cual es una novedad pues hace rato no programábamos nada para los sábados o domingos.
Retomando la música, Juanjo toma clase de piano y Mariale y Adelaida de batería una vez a la semana. Estas clases las estamos tomando en la casa de la Cultura en nuestro pueblo. Intenté que Adelaida volviera a tocar violín pero no tiene muchas ganas por ahora, creo que si le conseguimos un profesor que le guste podría volverse a entusiasmar, pero por ahora así estamos.
Con sus amigos homeschoolers están acudiendo a un taller de creación literaria, dirigido por Bárbara, en su casa. Este taller tiene dos grupos en días diferentes, uno para los adolescentes y otro para los pequeños.
El taller de biología al que iban Juanjo y Mariale el año pasado sigue funcionando una vez a la semana, dirigido por Catalina, una mamá homeschooler que es bióloga.
También iniciamos hace dos semanas un taller llamado Semillero Científico, que está programado por semestres y en el que aprenderán matemáticas, física, biología, química, electrónica y robótica. A este taller van todos mis hijos ¡incluido Jacobo! Hasta ahora, las dos sesiones han sido muy entretenidas, si siguen así creo que va ser una actividad para varios años. Jacobo mismo está sorprendido, me decía ayer que se había dado cuenta de que sí podía quedarse en una actividad (claro conmigo a su lado todo el tiempo, lo que me hace una mamá privilegiada por poder ver lo que están haciendo, jejeje) y me preguntaba cuántos días faltaban para la próxima "clase".
Espero que podamos seguir así, tranquilamente por un buen tiempo, por ahora todos estamos muy contentos con lo que estamos haciendo.
Los deportes de este año son: patinaje para Juanjo y Adelaida dos veces a la semana y tenis para Mariale, Juanjo y yo los fines de semana, lo cual es una novedad pues hace rato no programábamos nada para los sábados o domingos.
Retomando la música, Juanjo toma clase de piano y Mariale y Adelaida de batería una vez a la semana. Estas clases las estamos tomando en la casa de la Cultura en nuestro pueblo. Intenté que Adelaida volviera a tocar violín pero no tiene muchas ganas por ahora, creo que si le conseguimos un profesor que le guste podría volverse a entusiasmar, pero por ahora así estamos.
Con sus amigos homeschoolers están acudiendo a un taller de creación literaria, dirigido por Bárbara, en su casa. Este taller tiene dos grupos en días diferentes, uno para los adolescentes y otro para los pequeños.
El taller de biología al que iban Juanjo y Mariale el año pasado sigue funcionando una vez a la semana, dirigido por Catalina, una mamá homeschooler que es bióloga.
También iniciamos hace dos semanas un taller llamado Semillero Científico, que está programado por semestres y en el que aprenderán matemáticas, física, biología, química, electrónica y robótica. A este taller van todos mis hijos ¡incluido Jacobo! Hasta ahora, las dos sesiones han sido muy entretenidas, si siguen así creo que va ser una actividad para varios años. Jacobo mismo está sorprendido, me decía ayer que se había dado cuenta de que sí podía quedarse en una actividad (claro conmigo a su lado todo el tiempo, lo que me hace una mamá privilegiada por poder ver lo que están haciendo, jejeje) y me preguntaba cuántos días faltaban para la próxima "clase".
Espero que podamos seguir así, tranquilamente por un buen tiempo, por ahora todos estamos muy contentos con lo que estamos haciendo.
2 comentarios:
Me gusta que entre los homeschooler se organicen para realizar talleres y enseñar y provocar aprendizajes significativos. Yo donde vivo, practicamente, estoy sola así que algo como esto está muy lejos de mi alcance. La mayoría de los homeschooler viven en Santiago que es la capital de Chile, yo vivo en el sur de Chile. Sería entretenido poder participar de algo como lo que ustees realizan. Felicidades!!
Yo te entiendo. Nosotros llevamos cinco años encontrándonos poco a poco con otras familias y a medida que somos más, aumentan las posibilidades de encontrar con quien hacer este tipo de actividades grupales, que hace cinco años no eran una opción.
Pero, aunque es algo muy positivo, tampoco me parece indispensable trabajar en grupo con otras familias.
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