martes, 6 de diciembre de 2011

De navidad y otras historias sobrenaturales

En Colombia la navidad se celebra alredededor del nacimiento, en todas las casas se arma el pesebre, y se reza la "Novena de aguinaldos" desde el 16 hasta el 24 de diciembre. El día importante de la navidad es el 24 de diciembre, pues es el día del nacimiento de Jesús, y ese día a media noche los niños reciben los regalos que no son traídos por Papá Noel ni los Reyes magos, sino por el mismo Niño Dios.

Creo que de niña, disfruté el misterio de recibir regalos que aparecían mágicamente junto a mi cama, y "creí" en el Niño Dios hasta muy grande, ahora pienso que quería creer porque eso me hacía sentir una niña inocente y pura y por alguna razón eso era importante para mí. Crecí en una familia muy católica, en la que rezar era lo más importante y creo que conozco más villancicos que la mayoría de personas de mi edad, pues mi abuela y mi mamá los cantan desde el primero de diciembre, tooooodo el día.

Pero mi visión de la navidad cambió al ser mamá. Y a la hora de continuar la tradición del Niño Dios tuve mis dudas, pues sentía que les estaba mintiendo a mis hijos... finalmente, ante la perspectiva de que mis hijos irían al jardín infantil y luego al colegio, y que si no creían en el Niño Dios les contarían a los demás amiguitos y nosotros nos meteríamos en problemas con los otros papás..... decidimos atenernos a las tradiciones.

Durante estos catorce años he recibido de mis hijos todo tipo de preguntas de esas difíciles de responder: porqué los niños pobres no reciben regalos?  Cómo es que el Niño Dios sigue siendo un bebé? cómo hace un bebé para repartir todos esos regalos? y la última de Jacobo: De dónde los saca? Se los roba?  Ante semejante estado de confusión de mi niño, decidí tener una charla con todos ellos (los grande ya sabían, obvio) y explicarles un poco de la historia de la navidad como celebración religiosa, muy importante para la iglesia católica. No les dije que el Niño Dios no existe, les dije que sí existió, pero luego, como todos los seres humanos creció y luego murió. Les conté que son los papás quienes compran los regalos. Y así termina la historia del Niño Dios en esta casa.

Ahora el reto es darle un sentido propio a la Navidad, porque no podemos aislarnos del mundo y no celebrarla, además el espítiru festivo, las luces en la calle, el decorar la casa, pensar en los regalos que vamos a dar (y los que vamos a recibir también), son rituales bonitos y nos dan un poquito de alegría y de esperanza.

A propósito, siguiendo un link de Ale en el facebook, encontré este video sobre la historia de la navidad, a mí me gustó mucho, espero que lo disfruten:



2 comentarios:

Marvan dijo...

Para nosotros también fue un dilema este tema. Pero me ayudó mucho un cuento que leí en el blog de Paloma:
http://paideiaenfamilia.blogspot.com/2008/01/reyes-magos.html

Quizás adaptandolo al niño Dios os sirve también. ;)

Ana P. dijo...

Qué lindo el cuento, gracias Marvan.
Un beso.